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domingo, 26 de enero de 2014

"La ladrona de libros", de Markus Zusak.

Esta es la primera vez que escribo sobre una película basada en una novela, pero no puedo hablar de esta obra de una manera diferente.


Leí este libro hace dos años y en cuanto terminé la última página se convirtió en una de mis novelas favoritas. Siento una especial predilección por las historias ambientadas en la fatídica época del nazismo. No sé por qué... Quizá sea por la belleza que desprende la tristeza de sus historias. Este título sólo era uno más de todos los que aparecen anotados en mi lista de libros para leer, no tenía ni idea de que Hitler sería uno de los personajes hasta que fui a buscarlo a la biblioteca, y me atrapó desde la primera línea. Liesel y Rudy... La mismísima muerte narrando la historia... El castigo de la humildad...

Cuando supe que estrenarían la película no me extrañó en absoluto. Sin duda, es una de esas historias que merecen cobrar vida, pero de una manera artificial. Por fin anoche fui a verla y... bueno, no sé qué decir. Me quedó un sabor de boca un poco agridulce. Por un lado, el reparto es PERFECTO, los personajes están muy bien caracterizados gracias a esa correcta elección de actores, y la ambientación y el vestuario tienen mi aprobado. Pero por otro lado, como por desgracia suele suceder en adaptaciones cinematográficas, no han respetado el libro al 100%.

Para empezar, el desenlace real no es el que nos venden en la pantalla, en el libro es considerablemente más dramático. Una de las partes más importantes de la novela se la han pasado por el arco del triunfo y no aparece en la película, y podría haber sido la mejor escena si la hubieran grabado. Pero a pesar de todo, me ha llegado al corazón con la caracterización de Rudy Steiner.


No os hacéis una idea de la dulzura, inocencia, amor y confianza que desprende este personaje. Para mí es el mayor acierto de todo el reparto de actores. Cuando leí el libro me lo imaginaba así, tal cual, con el pelo tan rubio, esa cara tan guapa y esa picardía en su sonrisa, pero no imaginé que podría ser posible encarnarlo con tanta perfección. Lo veo admirando a Liesel, la ladrona de libros, siguiendo cada uno de sus pasos, velando por ella, defendiéndola, recibiendo palizas por ella, esperándola... Y siento las mismas mariposas en el estómago que sentiría ella, por ser tan afortunada de tener a su lado al mejor amigo que se pueda tener.


Si no os habéis leído el libro, HACEDLO, y una vez lo hayáis leído y llorado, juzgad por vosotros mismos la película. Lo único que sé es que vais a sentir lo mismo que yo, estoy segura de que vosotros también querríais haber sentido esto, un amor infantil, inocente y, por tanto, verdadero.






"¿Hay algo peor que un chico que te odie? Un chico que te quiera".

"He odiado las palabras y las he amado, y espero haber estado a su altura".

"Los libros y las palabras no sólo comenzaron a tener un significado, sino que lo significaban todo".

"Él era el chalado que se había pintado de negro y había desafiado al mundo. Ella, la ladrona de libros sin palabras".

.Estelle.

sábado, 4 de enero de 2014

El diario de Ana Frank

No sé ni cómo comenzar a relatar esta entrada, porque así es como me quedé cuando terminé de leer este libro: sin palabras.



Siento mucho respeto por algo tan personal como un diario, y más cuando ha sido escrito por una niña cuyo derecho a la vida está totalmente coartado, y ha de luchar por él a escondidas y en condiciones deprimentes.
Pasar más de 700 días esperando una oportunidad para ser libre, entre cuatro paredes, sin apenas comida... y compartir toda esa barbarie con tu familia y otras personas que no lo son, ¿no se os antoja espeluznante?
Huir sin saber exactamente por qué están contra ti, teniendo seguro solamente que si te encuentran no sobrevivirás, es una sensación que a veces me cuesta asimilar por haber existido de verdad en un mundo como éste. 

En este diario cada palabra es un tesoro, porque salieron del pensamiento y del corazón de una niña asesinada que en esos momentos respiraba sus esperanzas. Entró en aquel refugio siendo una niña, y entre aquellas mismas paredes se convirtió en una mujercita con ideas muy claras, y unas ganas inmensas de respirar aire puro y enamorarse. 


Las ansias de cultivarse intelectualmente permitieron que cada día tuviera un motivo para levantarse de aquel colchón que yacía en el suelo. Devoraba libros de temáticas muy variadas, lloraba por las noches cuando la situación le sobrepasaba, y el miedo, aunque intentó consumirla, nunca lo consiguió mientras permanecía a salvo. Kitty, que así bautizó a su diario, fue su confidente hasta el último momento.


Existe una teoría que defiende la posibilidad de ser obra de un impostor, un adulto que usurpara la identidad de Ana para redactar este diario y darlo a conocer al mundo como el prestigioso documento histórico en que se ha convertido. Puede ser cierto debido a la madurez de sus palabras, sus ideales, su férrea personalidad y su forma de ver el caótico mundo desde su ventana, pero yo quiero creer que el diario que he leído es realmente suyo. Quiero pensar que tengo en mi estantería un pedacito de una niña que, aunque no la he conocido en persona, me ha transmitido a la perfección sus zozobras y sus ilusiones. Porque existir, existió. Y le arrebataron la vida.



"La pereza seduce; el trabajo satisface".

"Esto se está convirtiendo en una pesadilla, tanto de noche como de día. Le veo casi a todas horas y no puedo acercarme a él, tengo que disimular mis sentimientos y mostrarme alegre, mientras que dentro de mí todo es desesperación".

"Una persona puede sentirse sola, aún cuando mucha gente la quiera".

"Las personas libres jamás podrán entender lo que los libros significan para quienes vivimos encerrados". 

"Cuando miro al cielo, pienso en que todo esto cambiará y que todo volverá a ser bueno, que hasta estos días despiadados tendrán fin, y que el mundo conocerá de nuevo el orden, el reposo y la paz".

"Después de todo, la juventud es aún más solitaria que la vejez".

"El papel es más paciente que los hombres".


.Estelle.