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lunes, 23 de mayo de 2016

La chica del tren, de Paula Hawkins.

Desde luego, hacía mucho tiempo que un libro no me enganchaba tanto. La chica del tren se ha convertido en la novela del año, si bien es cierto que ya venía pisando fuerte en 2015. Puedo afirmar sin ningún género de duda que esta novela ha cumplido con mis expectativas. En ocasiones echo un vistazo a las críticas de libros que quiero leer, pero no siempre coinciden con mi opinión personal... Aunque esta vez no ha sido el caso. Todas las críticas que leí previamente eran positivas, y la mía también lo es.


Ya había perdido la esperanza de encontrar una buena novela negra descartando los libros de Camilla Lackberg, así que si me estáis leyendo y estáis en esa misma situación, os recomiendo que vayáis corriendo a buscar La chica del tren...

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Rachel es una mujer treinteañera en una situación personal catastrófica. Su adición al alcohol le ha llevado a ese lamentable estado de desamparo y declive. O eso piensa ella... 
No obstante, no deja la rutina que seguía antes de perder el empleo por culpa de la bebida, que consiste en coger un tren a las 8.05 a.m. con destino a Londres. En ese trayecto encuentra un motivo para levantarse por las mañanas, a pesar de que no es todo lo placentero que debería ser. 
Rachel ve cosas que la resaca le impide recordar. 
Ha desaparecido una mujer.
Rachel conoce a esa mujer.
¿Dónde estaba Rachel la noche en que esa mujer desapareció?
¿Qué fue lo que vio?

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Empecé a leerla en un momento de aburrimiento que no sabía qué hacer, y me sorprendí pasando páginas y más páginas. En 4 días lo terminé.
No recuerdo cuándo fue la última vez que me acosté tarde por culpa de un libro.

Mi opinión os la diré en una palabra: SUBLIME.
Sabe captar al lector desde el minuto uno, sabe mantenerlo, sabe hacerle perder la noción del tiempo con su lectura y sabe hacerle querer leer más.
A pesar de todo, he de reconocer que aproximadamente por la mitad del libro yo ya me olía la tostada... Posiblemente sea porque he leído mucha novela de suspense y cuesta mucho sorprenderme, pero la historia en sí es recomendable.

Ya está a la vista la adaptación cinematográfica y no creo que me la pierda, pero dudo mucho que supere a libro.

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"La vida no es un párrafo y la muerte no es un paréntesis".

"Nunca comprendió que era posible extrañar y llorar lo que nunca se ha tenido".

.Estelle.

sábado, 14 de mayo de 2016

"El cuento número trece", Diane Setterfield.

Leí este libro hace 7 años, en una época de mi vida en que leía por leer. Me gustaba pero, mientras leía, mi cabeza le daba vueltas a otros asuntos y no me dejaba llevar por la historia como me hubiese gustado. Apenas tenía un vago recuerdo de su argumento, ni siquiera me acordaba del nombre del personaje principal... En fin, sabía que en su momento me marcó pero no podía recordar exactamente por qué. Así que decidí darle una segunda oportunidad ahora que mi cabeza está bien amueblada (o eso creo).


Esta vez nunca olvidaré el nombre del personaje principal: Margaret.
¿Hay algo mejor que un libro cuya historia rinde homenaje al propio placer de leer y escribir? ¿Que un personaje de ficción experimente los mismos sentimientos que tú con respecto a la lectura?  Es como un mensaje de gratitud por parte del autor hacia el lector por darle una oportunidad al fruto de su esfuerzo y de su amor por los libros.
Por supuesto, no todo es pasión por la literatura en esta historia. También hay mucha intriga, mucha empatía con los personajes y cantidad de preguntas que surgen sobre la marcha para finalmente ser todas respondidas en el desenlace. 
Todo transcurre en los meses fríos de otoño-invierno, cuando todavía la televisión no había llegado a nuestras vidas, y el único medio existente para comunicarse con el exterior era la correspondencia. Cuenta con el escenario perfecto como puede serlo una casa alejada del resto de la civilización, cuya propietaria es la más exitosa escritora de cuentos de esa época: Vida Winter, un misterio como persona y como inspiración creativa. Y precisamente es dicho misterio el que aporta la trama al Cuento número Trece.

¿Mi impresión después de leerlo por segunda vez? 
Que estoy segura de que ya nunca olvidaré absolutamente nada sobre esta novela.
La primera oportunidad se la di en un mal momento... No siempre las segundas oportunidades tienen que ser malas.

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"Las palabras tienen algo especial. En manos expertas, manipuladas con destreza, nos convierten en sus prisioneros".

"Nos acostumbramos tanto a nuestros propios horrores que olvidamos el efecto que pueden tener en otras personas".

"Cuando no somos nada, inventamos. Llenamos un vacío".

.Estelle.

lunes, 9 de mayo de 2016

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Lo dicho, he abierto una página en Facebook donde publico citas de libros que me han gustado especialmente. Se llama Una cita con cualquier libro, y os invito a todos a que me sigáis por ahí, ya que publicaré con más regularidad que por este blog.

¡Os espero!


miércoles, 13 de abril de 2016

"Lo raro es vivir", de Carmen Martín Gaite.

Creo que es la primera vez que escribo sobre un libro que no me ha gustado, o mejor dicho, que no me termina de convencer. Pero bueno, siempre hay una primera vez para todo.

Carmen Martín Gaite era una escritora desconocida para mí hasta que mi madre se presentó en casa con un ejemplar de Lo raro es vivir, al cual decidí dar una oportunidad para ir conociendo un poco mejor a esta escritora.


Digamos que la historia ya desde el principio no atraía mi atención... El estilo de Martín Gaite es bastante respetable, teniendo en cuenta que ha sido lo único bueno que me he llevado de la lectura. Cuando empiezo a leer un libro y mis pensamientos se van a otro lugar no es buena señal, y si además en los días posteriores no me apetece continuar leyéndolo, es que definitivamente no me está gustando.
Conclusión: este libro terminó abandonado en un rincón de mi escritorio durante varios meses. 

Pero siempre me ha dejado mal sabor de boca aparcar un libro sin haberlo terminado. Así que lo rescaté hace unas semanas de nuevo para conocer, al menos, el final de esta historia sin sustancia.

Como decía, y siempre en mi humilde opinión, se trata de una historia bastante simple, plana y sin ningún encanto. Águeda es su protagonista, y digamos que sus reflexiones personales han sido lo más llamativo de todo el argumento. Se entremezcla su pasado familiar (que no destaca por nada en concreto), sus relaciones sentimentales (que no eran numerosas ni mucho menos) y su ambigua relación con su madre. Y ya está. Sí sí, ya está. Una historia sin gracia, al uso. 
De hecho estoy segura de que la vida de cualquiera de nosotros es más interesante que la de Águeda, o que por lo menos conocemos a alguien con una vida más digna de ser escrita que la suya.

No me siento decepcionada, sino más bien siento que he perdido el tiempo dándole una oportunidad cuando tengo esperando otros muchos libros en mi cuarto que sé que me dejarán huella.

Pero como en las primeras tomas de contacto no soy nada rencorosa, he buscado información acerca de la autora y creo que le daré una segunda oportunidad con su otro título Entre visillos, que fue Premio Nadal en 1957. A ver qué tal...

No obstante, como ya dije antes, el estilo de Martín Gaite es muy personal y no pasan desapercibidas sus reflexiones personificadas en el personaje de Águeda, por lo que he recopilado una serie de citas que he ido marcando a lo largo de la lectura. Esto también me pasó con Paulo Coehlo... escritor extremadamente reconocido que a mí no me termina de convencer, pero que me ha dejado huella con sus frases célebres. Algo bueno tenía que salir de todo esto, ¿no?

"Las vidas van siempre en borrador, tal que así las padecemos, nunca da tiempo a pasarlas a limpio".

"Se convertirá en humo la esperanza, en mentira el desengaño, y en cifra equivocada la osadía".

"Acabé comprendiendo que la palabra felicidad era un peso muerto".

"Se miente por incapacidad de pedir a gritos que los demás te acepten como eres".

"Los daños mal escondidos, al resurgir, añaden veneno a su amargor".

"La mentira y el deterioro se suelen colar a través de los adverbios del tiempo".

.Estelle.